Buscar en este blog

domingo, 17 de mayo de 2015

RETIRO LA RESURRECCION DEL SEÑOR: RESEÑA


 


Este fin de semana del 15 al 17 de mayo un grupo de personas nos hemos retirado en la Casa de Espiritualidad de las Mogarizas (Chiclana), para buscar la soledad, el silencio y encontrarnos con Cristo Resucitado presente en la Palabra y en la Eucaristía. La constante Presencia Eucarística nos invitaba a la adoración y alabanza. Dos meditaciones abrían y cerraban el retiro poniendo las bases teológicas de la Resurrección del Señor: los relatos de las apariciones y del sepulcro vacío, y el sentido de la resurrección y el significado para el hombre actual. Hemos recorrido un pequeño itinerario de las apariciones del Resucitado haciéndonos presente en las diversas escenas: el silencio culpable de los soldados (Mt 28,11-15); María Magdalena con el Resucitado (Jn 20,11-18); aparición del Resucitado a las santas mujeres (Mt 28,9-10); aparición del Resucitado a los discípulos en el Cenáculo (Mc 16,14-18; Lc 24,36-41); la incredulidad de Tomás y el encuentro con el Resucitado (Jn 20,26-28); aparición en el monte de Galilea y misión universal Mt 28,16-20; Mc 16,14-20). El sábado por la noche orábamos el Vía Lucis, acabando en la contemplación de Pentecostés. El sacramento de la Reconciliación era ese momento significativo donde el Resucitado volvía a decir como en el cenáculo «paz a vosotros», y mostraba las entrañas misericordiosas del Padre transmitiendo el perdón. Paz, alegría y perdón son dones del Resucitado, pero el mayor don es el Espíritu Santo que nos deja ungidos, nos enciende el corazón como un carbón encendido que acoge el incienso de nuestras oraciones y obras de amor para elevarlo al corazón del Padre. Una alegría interior nos visitaba y sobre todo un deseo profundo de evangelizar porque el encuentro con el Resucitado no nos deja indiferentes, nos lanza a la misión, nos quita los miedos y nos da el arrojo del ardor de la fe. ¡Demos gracias a Dios porque una vez más ha estado grande con nosotros y estamos alegres!